Velcro o cintas de cierre mágico
Seguramente te has topado o has tenido que utilizar esas cintas de fijación conocidas popularmente como Velcro® y que poseen dos lados, una parte afelpada (llamado lazo) y otra cubierta por cientos de pequeñísimos ganchitos de nylon, que al juntarse ofrecen una fijación extraordinaria y pueden ser reabiertas infinidades de veces sin dañarse, tanto así, que la llaman también cintas de cierre mágico, especialmente por su agarre fuerte y seguro, siendo un producto de aparente simplicidad.
Pero, ¿sabes cómo surgió este ingenioso invento?
A veces la inspiración surge de manera espontánea, pero sólo lo notan los individuos curiosos y habidos de conocimiento y nuevas experiencias. Georges de Mestral quien desde niño mostro gran habilidad por las invenciones, fue un ingeniero electricista suizo y en una oportunidad en 1941 luego de regresar de un paseo con su perro observó como sus medias, así como, el pelaje de su mascota traían pegadas unas semillas o frutos de una planta del camino, y curioso por saber cómo era posible ésto, tomo una de ellas y la llevo de inmediato bajo el microscopio y allí vio el porqué de la adherencia.
Dichos frutos eran de la bardana, cardo o cadillos la cual es una planta herbácea cuyo fruto es una bola cubierta por cientos de ganchitos o delgados bastones que terminan de forma encorvada o de garfio y tiene la peculiaridad de adherirse al pelaje de los animales con la finalidad de propagar sus semillas. ¡Que astuta es la naturaleza!
Basado en esta observación y luego de hacer sus pruebas, ensayos y errores, Mestral lo consiguió y fundó su propia compañía y en 1951 patentó el VELCRO® acrónimo de las palabras francesas, velours (bucle/terciopelo) y crochet (gancho) y desde entonces los procedimientos de cierre y fijación han sido más sencillos y eficientes. Estas cintas pueden abrirse hasta 50 000 veces sin perder su capacidad de adherencia.
La patente de Velcro® expiró en 1978 y aun la palabra velcro sigue siendo la expresión común para esta cinta de cierre, pero ya existen muchos fabricantes ampliando la competencia de este útil producto.
En la actualidad sigue teniendo multitud de usos en calzados, bolsos, vestimenta, juguetes, equipos militares, así como en áreas de telecomunicaciones sujetando cables, en naves espaciales y hasta en cirugías y artículos de salud, automóviles, equipos deportivos, en el hogar, etc. Su uso sigue vigente, versátil, seguro y en constante crecimiento de aplicabilidad.
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